La Agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al hombre sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre. Cicerón

lunes, 1 de noviembre de 2010

Codex Alimentarius




CODEX ALIMENTARIUS. Significa Reglas de los alimentos en latín. Nació en el año 1962 cuando la ONU la designó supuestamente como una comisión de protección a los consumidores, aunque claramente se ve que es una comisión de comercio para comercializar los alimentos. Esta comisión fue creada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FAO para regular y por lo tanto para controlar cada aspecto de cómo los alimentos y los suplementos nutricionales deberían ser producidos y vendidos al consumidor.El 31 de Diciembre de 2009 CODEX  aprobó leyes para el control absoluto de todos los procedimientos y protocolos para absolutamente todo alimento, verdura y fruta. Ante este panorama , muchas industrias farmacéuticas temen que sus beneficios sin límites se vengan abajo. Por lo tanto el CODEX se ha propuesto a eliminar del mercado a cada producto que pueda producir salud declarando directamente ilegales a los alimentos, suplementos, hierbas y descubrimientos naturales que clínicamente hayan probado buenos resultados.

Existe una corporación que está por arriba de todas las multinacionales, y parece que también por arriba de la mayoría de los gobiernos y de sus ministerios de salud pública. Se llama Illumicorp. o Club Bilderberg, se creó en 1954 y se reunen todos los años en secreto desde entonces, este año fue el 3 de junio en Sigtes (Barcelona) a la reunión asistieron sus miembros, unos 130 de todo el mundo, principalmente varios línajes  como los Rothschild o los Rockefeller además de banqueros, expertos de defensa, dueños de la prensa, ministros de gobierno, primeros ministros, realeza, (sobre todo europea), financieros internacionales y líderes políticos de Europa y Norte América. (Ver documental de Alex Jones sobre el Club Bilderberg en http://www.youtube.com/watch?v=GEnFcfoYVG8).
El Codex es una macro agencia multinacional que impone las condiciones de cultivo y de venta en la totalidad de los países más importantes del mundo adheridos a la Organización Mundial del Comercio. Su papel está muy lejos de proteger al consumidor y sólo utiliza esta propaganda para aprobar sus reglas a través de los políticos ignorantes o directamente corruptos de todo el mundo. Según Rima Laibow a la que pertenece este artículo, médica bioquímica por la Universidad de Albert Einstein, esta organización es una de las más serias amenazas ocultas a la libertad de salud en todo el mundo.


En realidad esta organización se trata de una organización que sólo defiende los intereses comerciales y beneficios de las grandes corporaciones farmacéuticas.Cuanto más sanos estemos y cuantos más alimentos saludables se produzcan menos posibilidades tendrán estas industrias farmacéuticas de vender sus medicamentos.Cada vez más existe un mayor número de personas que se están dando cuenta de que algo está pasando con todo lo que comemos del supermercado y están empezando a acceder a otros tipos de alimentos y suplementos nutricionales más saludables.

Las tiendas de salud, los productos ecológicos y toda la gama de vitaminas y suplementos naturales son un gran golpe al botín de dinero que se embolsa este holding con su comida obligatoriamente envenenada y globalizada. El Codex no es una agencia de tipo científico sino que se parece según Rima a un almacén de productos tóxicos y pesticidas. Sus colaboradores no entienden sino de toxicología y no tienen un departamento de bioquímica para comprobar el posible daño de los procedimientos a los que someten a los alimentos para poder ser comercializados.

Nosotros , según palabras de Rima, el pueblo, tenemos el derecho de tomar acciones por la libertad de salud en aquello que comemos sin que estos alimentos tengan que pasar por unos protocolos que están bioquímicamente probados como tóxicos para la salud humana.

Los medios de comunicación coquetean con los intereses de esta macro agencia mundial vertiendo sospechas sobre todos los productos naturales emergentes. Algunos medios incluso pagan a prestigiosas presentadores y médicos para verter sospechas sobre todo producto realmente efectivo y natural.

Muchas organizaciones y agencias nacionales de todos los países están cayendo bajo las presiones millonarias de estos poderes farmacéuticos sobre lo que ningún medio de comunicación tiene el poder de poner en juicio. Estos medios son utilizados para considerar a estas agencias y organismos nacionales de salud como garantes de la protección de la salud pública cuando en realidad están subordinados a poderes superiores sólo interesados en ganar dinero.

Codex ha incluso prohibido el uso de vitaminas y de minerales en altas potencias tan pronto como se percató que estos restablecían la salud y ha obligado a que se suministren en las clínicas dosis mínimas sin mayor efecto terapéutico .Ahora quieren prohibir la vitamina C y los aminoácidos.La industria farmacéutica mundial actúa impunemente a través de políticos corruptos e irresponsables en cada país del mundo.
El CODEX tiene tanto poder que incluso en países como USA influencia al congreso a aprobar enmiendas a favor de los beneficios de estas corporaciones mediante la aprobación de protocolos de alimentos tóxicos. Muchos políticos de Estados Unidos no tienen ni idea de quién es el CODEX.
Este es el nivel de ignorancia sobre los intereses ocultos que se esconden en la alimentación tóxica actual .Son estos mismos políticos corruptos los que aprueban leyes claramente desfavorables a una alimentación libre de aditivos y de manipulaciones tóxicas innecesarias, rechazando procedimientos , alimentos y suplementos que se han demostrado como beneficiosos para la salud.

El Congreso , según Rima, tiene el poder de mantener a Estados Unidos libre de estas organizaciones y de sus intereses comerciales aberrantes. Según ella ,incluso la Agencia Americana para el control de licencias alimenticias y de medicamentos FDA está totalmente implicada en estos lobbies a favor del CODEX.

El futuro de la salud mundial según Rima ya no está en el control de nuestras agencias nacionales para la protección del consumidor sino en el despertar de una nueva conciencia a nivel mundial del ciudadano, basada sólo en la mayor salud de los consumidores y no en el mayor beneficio económico de políticos, gobiernos e industrias de fármacos.

Efectivamente si uno visita la página web oficial de CODEX(http://www.codexalimentarius.net/web/index_es.jsp) se percatará que se parece más a un almacén de pesticidas de una cooperativa agrícola que el de un departamento que vele por la salud del consumidor. Los productos que expone públicamente en su página son los mismos que impone mundialmente a todos los alimentos para que puedan ser comercializados. Entre ellos están según Rima los peores pesticidas que el hombre ha inventado y que son incompatibles con la salud humana así como una lista interminable de venenos tóxicos para la salud” Rima LAIBOW. Nos obligan a envenenarnos, nos están matando



Codex Controlara:

1. Vitaminas,Minerales y Nutrientes.

Imagina cuando el codex sea implementado cuando este trayendo altas dosis de Vitamina C, sera una “ofensa” similar al estar trayendo cocaina. El Codex en si limita la dosis de vitaminas naturales y minerales a niveles ridiculamente bajos y estos tienen que ser pre-escritos.

2. Organismos Geneticamente Modificados. (GMO siglas en ingles)

No mas etiquetas de productos que sean GMO en sus envases. Tambien apunta a la implementacion en un 100% de semillas transgenicas en la agricultura (en iraq con la invasion le hicieron ya esto clic aqui). Los GMO han sido vinculados al CCD (colony collapse disorder), y hoy en dia vemos como las abejas mueren en una escala masiva a nivel mundial, por no decir que estan desapareciendo.

3. Residuos Toxicos.

POPS y contaminantes organicos persistentes, contaminantes extremadamente toxicos que han sido prohibidos en la mayoria de los paises; hay 12 toxicos de este tipo en lista, conocidos como “la docena sucia”. Con Codex, 7 de los 12 seran sacados de la lista.

4. Antibioticos, Drogas, Estimulantes de Crecimientos, y Otras Hormonas En Alimentos Animales

Uso obligatorio de antibioticos subclinicos en todas las aves de corral y la industria del ganado. Obligatorio el uso de hormonas de crecimiento para los bovinos en la industria lechera.Esto para todos los animales del planeta!!!

5.Comida Organica

La comida organica sera ultra costosa de obtener
6. Irradiación De Alimentos.

Obligatorio irradiar alimentos que entren por puertos, la excusa es para eliminar desechos, pero quitaran todo el valor nutricional, y claro, ahora tendremos nuestros alimentos radioactivos, pero claro, nos diran que es seguro, al igual que el aspartamo, el fluoruro en el agua, las torres celulares, y tanto mas



Codex Alimentarius nacio con una compleja relacion de:

* World Health Organization (WHO)

* Food and Agriculture Organization (FAO)

* World Trade Organization (which has been authorized to enforce Codex Alimentarius through draconian trade sanctions)

* American FDA and USDA


¿Quién quiere carne de la industria agroalimentaria?






No se trata de una maldición del cielo ni de un azaroso dictado del destino. La epidemia de gripe A(H1N1) surgida en México tiene responsables concretos: el primer nombre propio es el de la empresa estadounidense Smithfield Foods Inc., la productora de carne porcina más importante del mundo. Varias investigaciones apuntan a los gigantescos criaderos de cerdos que esta transnacional posee en el pueblito mexicano de La Gloria –cuyas condiciones higiénicas y de hacinamiento son espantosas– como el origen del flagelo.
En la ribera texana del ancho Valle del Río Grande, a dos pasos de la frontera con México, se halla Harlingen. En esa pequeña y coqueta ciudad estadounidense, el pasado 5 de mayo falleció Judy Trunnell, una joven maestra de escuela de 33 años que acababa de dar a luz, por cesárea, a una niña radiante y saludable. “Era una persona maravillosa, cálida. Se consagraba a la educación de niños discapacitados”, declararon sus familiares y amigos, que acudieron a su vivienda, situada en una luminosa calle de esa localidad, para expresar su pésame en el funeral (1).

El destino quiso que Judy fuese la primera estadounidense fallecida a causa del virus de la nueva gripe que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama ahora A(H1N1). Un nombre aséptico para evitar el uso de “gripe mexicana”, que contraría a las autoridades aztecas, o de “gripe porcina”, que enfada a los grandes industriales de carne de cerdo.

Sin dejarse distraer por esa astucia terminológica, el marido de Judy, Steven Trunnell, presentó ante un juez, el pasado 11 de mayo, una demanda contra la empresa productora de carne porcina más importante del mundo: Smithfield Foods Inc. Esta multinacional detenta –vía su filial mexicana Granjas Carroll– unos gigantescos criaderos de cerdos cerca de un pueblito de tres mil habitantes, La Gloria, perteneciente al municipio Perote, en el Estado mexicano de Veracruz.

El abogado de Steven Trunnell, Marc Rosenthal, reveló que esa compañía posee más de un millón de cerdos hacinados en las 200 porquerizas situadas en los alrededores de La Gloria. Añadió que los habitantes locales se quejan de la hediondez y de las pésimas condiciones higiénicas de las cochiqueras. La demanda tratará de reclamar daños y perjuicios por “la muerte injusta de Judy, provocada por Smithfield Foods”, y reclamará “unos mil millones de dólares”. Marc Rosenthal (2) se propone denunciar el horror de los insalubres criaderos industriales de puercos y aportar pruebas de que la gripe A(H1N1) tuvo su origen en esas inmundas pocilgas de La Gloria, desde donde se está propagando a todo el planeta.

Paraísos para virus Aunque la empresa Smithfield Foods niega cualquier relación entre sus instalaciones y la aparición de un foco de nueva gripe a las puertas de sus granjas (3), un informe reciente de GRAIN (4) parece confirmarlo. Los expertos de esta organización no gubernamental alertan que el aumento en gran escala de zahúrdas industriales ha creado las condiciones perfectas para el surgimiento y dispersión de nuevas formas de gripe altamente virulentas. Tales criaderos constituyen bombas de tiempo listas para desencadenar epidemias mundiales. Ya en 2006, unos investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH, por su sigla en inglés) de Estados Unidos habían declarado: “La alta concentración de enormes cantidades de animales apretujados en muy poco espacio facilita la rápida transmisión y mezcla de los virus” (5).

Tres años antes, en marzo de 2003, la revista Science (6) ya había advertido que la gripe porcina estaba evolucionando en fase rápida a causa del aumento del tamaño de los criaderos industriales y del uso generalizado de antibióticos y vacunas. Los virólogos alertaban precisamente a México y a Estados Unidos del peligroso cóctel vírico que estaba por venir (7). Afirmaban lo siguiente: “Parece que después de años de estabilidad, el virus de la gripe porcina de América del Norte se halla en una fase de rápida evolución y cada año produce nuevas variantes”.

Achacaban la fulgurante mutación de los virus a dos causas: el hacinamiento en criaderos insalubres de un número cada vez mayor de cerdos, y la práctica de vacunar a las hembras, ya que la vacuna actúa seleccionando nuevos virus mutantes. Esos dos factores, avisaban los expertos, “aumentan la probabilidad de que emerja un nuevo virus transmisible entre humanos”. Luego, ya sea por los excrementos, el alimento, el agua, o incluso las botas de los trabajadores, el virus se disemina de modo imparable.

En ese mismo artículo, el Dr. Christopher Olsen, virólogo molecular en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Wisconsin, en Madison, hasta se atrevió a profetizar: “Ahora debemos buscar en México la granja donde va a aparecer la próxima pandemia”. (8)

Aunque la OMS, en sus últimos comunicados, no haya confirmado que el brote tuvo ahí su origen, todo indica que esa granja se ha localizado. Y que el infierno de la actual epidemia empezó en La Gloria, a escasa distancia de los criaderos de cerdos de la empresa Smithfield.

 Gigante productor de carne porcina, Smithfield Foods Inc. es una de las mayores empresas agroalimentarias del planeta y el número uno mundial de la carne de cerdo. Su sede se encuentra en la ciudad de Smithfield, Virginia, y posee filiales en nueve países a través del mundo. En España, Smithfield Foods controla el 24% del capital de Campofrío, líder español de la producción de carne de cerdo. Campofrío se fusionó, en junio de 2008, con la filial europea Smithfield Holdings (9) del gigante norteamericano para formar una nueva empresa: Group Campofrío (10).

Con una cifra de negocios de casi 12 mil millones de dólares, Smithfield Foods es la tercera compañía estadounidense más poderosa en la producción de alimentos, después de Archer Daniels Midland y de Tyson Foods. En 2008, ocupó el lugar número 222 entre las 500 firmas más importantes del mundo, según la revista Fortune (11). Pero esta compañía, que abastece a las cadenas de comida rápida McDonald’s y Subway, ha sido frecuentemente acusada de contaminar agua, suelo y aire, y de no respetar los derechos de sus trabajadores. En su informe de 2005, Sangre, sudor y miedo. Derechos de los trabajadores en las plantas cárnicas y avícolas de Estados Unidos, la organización no gubernamental Human Rights Watch denunció duramente sus abusos (12). También fue multada, en 1997, con 12.300.000 dólares por violar la Ley de Aguas Potables (13).



Para evitar esas acusaciones, Smithfield Foods trasladó parte de sus criaderos a países como México, Rumania y Polonia, en los que las leyes en favor del medio ambiente son más relajadas o inexistentes, y donde algunos políticos están más dispuestos a dejarse corromper (14). Mediante su filial Granjas Carroll, Smithfield se instaló en la remota zona rural mexicana de La Gloria en 1994, aprovechando el Acuerdo de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. Allí, gracias a la complicidad de políticos locales, no tiene que preocuparse de ser acusado de violar ley alguna sobre el medio ambiente.

En el interior de barracas con ventilación deficiente e iluminación constante para estimular su crecimiento, los cochinos viven encerrados en jaulas que impiden su movimiento. Son engordados hasta alcanzar unos 120 kilos. Los criaderos son verdaderas ciudades de cerdos, rodeadas de mares de heces y bazofias.


La contaminación provocada y su impacto en la salud de los habitantes vecinos, así como las lagunas en que depositan los desechos animales, propiciaron a partir de 2004 el surgimiento de un movimiento ecologista de protesta. Granjas Carroll respondió reprimiéndolo.

Muchos vecinos de La Gloria y de una decena de comunidades, que viven desde hace años con esa hediondez y respiran día y noche una peste infernal, se unieron para protestar en contra de la expansión de la trasnacional. Organizaron asambleas y marchas, y la empresa los demandó por difamación. Varios activistas fueron reprimidos y procesados, otros detenidos y obligados a pagar una fianza para salir de prisión.

Un corresponsal del diario La Jornada (15), Andrés Timoteo, se desplazó al poblado para describir el ambiente en el que viven los habitantes: “Nubes de moscas emanan de las lagunas de oxidación donde la empresa Granjas Carroll vierte los desechos fecales de sus granjas porcícolas; y la contaminación a cielo abierto ya generó una epidemia de infecciones respiratorias (…) El vector epidémico serían las nubes de moscas que despiden las granjas porcícolas y las lagunas de oxidación donde la empresa mexicana-estadounidense arroja toneladas de estiércol”.

Los habitantes atribuyen la aparición de infecciones a esa polución y al envenenamiento de las aguas y de la atmósfera.

Otro reportero, Jorge Morales Vázquez, contó en Milenio (16) cómo los pobladores llevan años protestando contra la expansión indiscriminada de la empresa porcícola y cómo han sufrido persecución policíaca, represión y amenazas. A su vez, durante su recorrido, el periodista constató “el fétido olor proveniente de las granjas de cerdos que se respira durante todo el día en la pequeña comunidad de apenas tres mil habitantes, así como la existencia de enjambres de moscas que infestan los domicilios de las familias”. Verificó asimismo la proximidad de las “lagunas de oxidación” en las que se someten a un proceso de descomposición aéreo los desechos fecales de los cerdos –que se convierten en gas metano–, responsables del nauseabundo hedor que inunda la zona. El reportero transmitió que se sospecha, además, que haya problemas de filtración a los mantos freáticos. Y pudo observar los llamados “biodigestores”, fosas cubiertas con una puerta de metal, en donde se arrojan los cadáveres de cerdos enfermos o muertos por peleas en las pocilgas.

“En esos agujeros cavados en el suelo –relató– los cadáveres se descomponen, lo que representa una fuente más de contaminación y proliferación de moscas del tamaño de abejas que llaman ‘muerteras’, las cuales, empujadas por el viento, viajan en enjambres hasta La Gloria e invaden los domicilios…” Muchas familias declaran haber sido afectadas por frecuentes dolores de cabeza, enfermedades gastrointestinales y de las vías respiratorias, y han desarrollado diarreas, tos, infecciones de garganta, vómitos y fiebre.

Ocultamiento diplomático

En este lugar, presumiblemente, el virus A(H1N1) saltó de los cerdos a los humanos en algún momento entre noviembre de 2008 y enero de 2009. Y pudo haber comenzado a infectar a grandes cantidades de personas a partir de principios de marzo (17).

Las autoridades federales mexicanas no difundieron públicamente la información. Pero, a fines del año pasado y principios de 2009, el número de enfermos fue tan insólito que varios organismos internacionales de salud empezaron a preocuparse por lo que estaba ocurriendo en La Gloria.

De tal modo que el pasado 6 de abril –o sea, 18 días antes de que el Gobierno mexicano alertara a la OMS de la aparición de un nuevo virus de gripe humana–, la web de Biosurveillance, que pertenece a Veratect (18), Centro del Gobierno estadounidense encargado de la información epidemiológica, reportó que en La Gloria se estaba produciendo una serie de extraños casos de “infecciones respiratorias parecidas a la bronquitis neumónica, con fiebre y fuerte tos” y que “el 60% de los habitantes” padecía de una nueva y atípica enfermedad.

Es probable que el Ejecutivo azteca supiera pronto que un foco infeccioso grave de una gripe desconocida se había producido en el valle de Perote y que, sin que los tratamientos habituales pudieran impedirlo, el mal se estaba difundiendo rápidamente a través del país. Pero no dio la alerta, ni movilizó seriamente a sus servicios de salud y a sus investigadores científicos. Tampoco informó, en ese momento, a la Organización Mundial de la Salud de la gravedad de una situación que se le estaba yendo de las manos.

¿Por qué actuó de ese modo el Gobierno mexicano? Según algunos analistas locales, esa “discreción” se puede explicar porque, cuando surgieron los primeros casos, se acercaban las vacaciones de Semana Santa. Período crucial, en tiempos de recesión, para la industria turística del país.

Pero todo indica que la causa principal de semejante silencio fue diplomática. Se trataba de evitar a toda costa que, por razones de seguridad sanitaria, se pospusiese la visita oficial de Barack Obama, prevista para los días 16 y 17 de abril, que representaba la segunda salida al extranjero del Presidente estadounidense tras su estancia en Canadá en febrero pasado. Para el presidente Felipe Calderón, cuya elección en julio de 2006 fue muy controvertida (19), la visita del mandatario estadounidense era una consagración definitiva. Nada –ni siquiera la amenaza de un nuevo virus devastador– debía retrasarla.

Prueba de lo avanzada que estaba ya por esas fechas la epidemia es que ya había llegado al propio entorno de Felipe Calderón. El arqueólogo Felipe Solís, quien recibió –con Felipe Calderón– en el Museo Nacional de Antropología de México al Presidente de Estados Unidos, estaba contaminado y murió seis días después de la visita del mandatario estadounidense. Un asesor del secretario estadounidense de Energía, Steven Chu, que había ido a México para preparar el viaje del presidente Obama, se contagió también con la nueva enfermedad. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, reconoció que la esposa, el hijo y hasta el sobrino del funcionario también presentaron síntomas de la nueva gripe (20).

Ante la amplitud que tomaba la pandemia, los servicios mexicanos de salud decidieron por fin actuar enviando muestras médicas tomadas de algunos enfermos de La Gloria a laboratorios de Estados Unidos y Canadá. Fue el Laboratorio Nacional de Microbiología de la Agencia de Salud Pública de Canadá, en Winnipeg, el que detectó el 24 de abril el nuevo virus que contiene elementos de la gripe aviar, de la porcina y de la humana juntos, al analizar una muestra tomada en un niño de cinco años que se había enfermado en marzo pasado.

Ese niño, hoy ya curado, identificado como el primer ser humano infectado por la virulenta cepa de la nueva gripe porcina –el “paciente cero”–, se llama Edgar Hernández y su historia, narrada por The New York Times (21), lo ha hecho famoso en el mundo entero. Edgar ha contado los severos síntomas que sufrió cuando todo empezó en La Gloria el 9 de marzo pasado: su cabeza le ardía, tosía, le dolía la barriga, la garganta y no tenía ganas de comer (22).

Según la revista Science (23), en su artículo difundido el pasado 11 de mayo, se estimaba que el 24 de abril, fecha en que México hizo pública la pandemia, ya presumiblemente había en ese país entre 6.000 y 32.000 casos de gripe porcina, o sea, muchos más que los confirmados por los laboratorios.
Hay poca evidencia de que este brote de gripe A(H1N1) sea, por el momento, más peligroso que las infecciones rutinarias de las cepas usuales de los virus estacionales, que cada año causan la muerte de entre 250.000 y 500.000 personas en el planeta. Sin embargo, según Science, el virus A(H1N1) parece mucho más contagioso que el de la gripe común. Otro elemento preocupante: ataca más a los jóvenes sanos. Por ejemplo, en La Gloria hubo el doble de niños de menos de 15 años contaminados, en comparación con los adultos. Según datos publicados en la web del New England Journal of Medicine (24), el 40% de los afectados tiene entre 10 y 18 años; y apenas el 5% tiene más de 50.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud ha advertido que el nuevo virus aún puede mutar, hacerse mucho más virulento y causar una pandemia que se podría propagar hasta tres veces. La OMS señala que “la gravedad de esta gripe está influida por la tendencia de las pandemias a dar la vuelta al mundo en al menos dos y quizás tres oleadas”.
Actualmente, en el hemisferio austral empieza el período habitual de la gripe, y el virus A(H1N1) podría allí foguearse con los antivirales (Tamiflu) y proceder a una nueva mutación para regresar al hemisferio boreal en octubre próximo en condiciones mucho más virulentas, como lo hizo la terrible “gripe española” en 1918. Todo indica sin embargo que la nueva epidemia será menos severa que la de 1918, aunque algunos expertos estiman que será tan letal como la de 1957 (la “gripe asiática”), que causó más de dos millones de muertos ... Otro riesgo es que el virus se combine con el de la gripe aviar, el temible H5N1 asentado en varios países, y produzca un letal mutante asesino de masas…

Para proteger a sus ciudadanos, los gobiernos del planeta están ahora adquiriendo cantidades importantes del medicamento antiviral Tamiflu (oseltamivir), uno de los pocos tratamientos eficaces (se toma en cápsulas por vía oral) para combatir el virus mutado H1N1, y recomendado incluso por la OMS.

Rumsfeld se enriquece

La historia del Tamiflu, en estas circunstancias, no deja de ser sugestiva. Fue descubierto por la firma biofarmacéutica Gilead Sciences Inc., cuya sede se encuentra en Foster City, California. Gilead cedió los derechos de fabricación y de comercialización a la empresa multinacional suiza

Roche, la cual le revierte el 22% de los beneficios anuales por las ventas de Tamiflu.

Es interesante notar que Donald Rumsfeld, el ex-secretario de Defensa del presidente George W. Bush y uno de los principales instigadores de la invasión ilegal de Irak (25), fue presidente de Gilead Siences Inc. desde diciembre de 1997 hasta hacerse cargo del Pentágono en 2001, y conserva un importante paquete de acciones.

Una de las primeras medidas de Rumsfeld cuando asumió su cargo en el gobierno fue declarar el Tamiflu de uso obligado en el seno de las fuerzas armadas (26). Las ganancias de Roche y de Gilead –y por consiguiente el enriquecimiento personal de Donald Rumsfeld– se dispararon. Las acciones de la empresa se vieron también altamente beneficiadas en Bolsa a partir de 2003, cuando surgieron en Asia las amenazas de epidemias del Síntoma Respiratorio Agudo Severo (SRAS) y del virus H5N1 de la gripe aviar.

Fascinados por la teoría del complot, algunos han llegado a deducir que el detestado Rumsfeld debe estar implicado, de una manera u otra, en el surgimiento de estas epidemias y en particular en la aparición del nuevo virus mutante A(H1N1).

Es poco probable. La principal responsabilidad de esta grave amenaza sanitaria reside en la industrialización delirante de la producción pecuaria. El despiadado sistema de cría intensiva ha transformado radicalmente el sector. Hoy se parece más a la industria petroquímica que a la feliz granja familiar que aún describen los manuales en las escuelas (27). En 1965, por ejemplo, había en Estados Unidos 53 millones de cochinos repartidos entre más de un millón de granjas; ahora hay 65 millones de cerdos concentrados en sólo 65.000 explotaciones. En España hay actualmente 25 millones de cerdos (más de medio cerdo por habitante…), el 92% de ellos criados en explotaciones intensivas semejantes a las de las mexicanas Granjas Carroll de La Gloria. Se ha pasado en poco tiempo de las porquerizas caseras a infiernos concentracionarios en los que se hacinan, en medio de la hediondez y bajo calores asfixiantes, decenas de millares de animales que intercambian virus patógenos con gran intensidad.

                

Ese tipo de ganadería inhumana, intensiva y productivista, que desanimaliza al animal y lo considera como un mero “producto industrial”, un simple “material” que da carne y procura beneficios financieros, es el culpable de la pandemia en curso (28). Cuando, por los propios excesos de empresarios insensatos, ese depravado modelo revienta, el desastre sanitario amenaza con afectarnos a todos…

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1 AP, 6-5-09.

2 Austin American-Statesman, 13-5-09.

3 “Smithfield Foods Reaffirms No Incidence of A(H1N1) In Any of Its Herds or Employees”, http://investors.smithfieldfoods.com/releasedetail.cfm?ReleaseID=381309

4 “Influenza porcina: un sistema alimentario que mata. La industria de la carne desata una nueva plaga”, www.grain.org/articles/?id=49

5 http://cruzrojoepidemiologia.wordpress.com/

6 Bernice Wuethrich, “Infectious Disease?: Chasing the Fickle Swine Flu”, Science, vol. 299, n° 5612, marzo de 2003.

7 La Organización Mundial de la Salud también alertó, en 1999, de un posible brote de gripe porcina en México y recomendó crear laboratorios para desarrollar tratamientos de inmunización, con el objetivo de garantizar la disponibilidad de vacunas. A pesar de esas advertencias, México sigue sin poseer la infraestructura para desarrollar y producir vacunas contra el virus de gripe porcina. Peor aun, el Gobierno federal desmanteló dos institutos especializados y dejó de invertir en la creación de productos biológicos.

8 www.agenciamn.com/index.php/De-Pe-a-Pa/Mexico-sabia-de-la-amenaza.html

9 Esta firma opera en Francia, Portugal, Bélgica, Holanda y Alemania. En Francia controla los grupos Aoste (marcas Calixte, Cochonou, Justin Bridou) y Jean Caby.

10 Sus principales accionistas son: Smithfield Foods (37%), Oaktree Capital (24%), Pedro y Fernando Ballvé (12%), la familia Díaz (5%), Caja Burgos (4%), QMC (2%) y el grupo Fuertes (2%).

11 Fortune, 28-5-08, http://money.cnn.com/magazines/fortune/fortune500/2008/snapshots/728.html

12 www.hrw.org/reports/2005/usa0105/resumen_sp.pdf

13 F. William Engdahl, “Cerdos voladores, Tamiflu y granjas industriales”, 3-5-09. (Traducido del inglés por Felisa Sastre, www.lahaine.org/index.php?p=37648)

14 Luis Hernández Navarro, “Las ciudades de cerdos de Smithfield”, La Jornada, México, 12-5-09.

15 La Jornada, México, 5-4-09.

16 http://impreso.milenio.com/node/8559659

17 “Pandemic Potential of a Strain of Influenza A (H1N1): Early Findings”, Science, 11-5-09.

18 www.veratect.com/media.html

19 Ignacio Ramonet, “México fracturado”, Le Monde diplomatique, ed. Cono Sur, Buenos Aires, agosto de 2006.

20 www.rtve.es/noticias/20090430/miembro-del-sequito-obama-muestra-sintomas-gripe/273070.shtml

21 The New York Times, 29-4-09.

22 www.abc.es/20090430/nacional-sociedad/todo-empezo-edgar-20090430.html

23 Véase nota 17.

24 http://healthmap.org/nejm/

25 Véase Ignacio Ramonet, Irak, Historia de un desastre, Debate, Madrid, 2005.

26 Ernesto Carmona, “La influenza porcina ¿beneficia al Tamiflu de Donald Rumsfeld?”, www.rebelion.org

27 Mike Davis, “La gripe porcina y el monstruoso poder de la gran industria pecuaria”, www.sinpermiso.info/textos/index.php.?id=25258

28 Carlos Martínez, “Una multinacional americana es denunciada como culpable del brote de la gripe porcina”, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84566


Soja RR transgénica de Monsanto


Dedicado a la gente del Mocase, y a los expulsados por la soja, la codicia, la ineptitud de los gobiernos, las topadoras y los plaguicidas.


Qué duro es sentirse minoría en un país de falsas mayorías.

Qué duro es ver que el gobierno nacional y los ruralistas luchan entre sí cuando son cómplices necesarios del país sojero.

Qué duro es ver cacerolas relucientes y llenas de soja RR en el asfalto civilizado de Buenos Aires.

Que duro es ver las cacerolas renegridas y sin tierra de los campesinos de Santiago del Estero.

Que duro es ver a los estudiantes de universidades argentinas con sus carteles de apoyo a los ruralistas en huelga, como si Monsanto y el Che Guevara pudieran darse la mano.
Que duro es recordar que esas cacerolas relucientes, esos estudiantes movilizados y esas familias temerosas del desabastecimiento no salieron a la calle cuando los terratenientes de este siglo XXI expulsaron a familias y pueblos enteros para plantar su soja maldita.
Qué duro es ver la furia ruralista al amparo de reyes sojeros como el Grupo Grobocopatel.

Qué duro es ver el rostro reseco de Doña Juana expulsada, de doña Juana sin tierra, de doña Juana con sus muertos bajo la soja.

Qué duro es ver que se cortan las rutas para que China y Europa no dejen de tener soja fresca, y para que Monsanto no deje de vender sus semillas y sus agroquímicos.

Qué duro es comprobar, con los dientes apretados, y con el corazón desierto y sin bosques, que nadie habló en nombre de los indígenas expulsados de sus territorios, de sus plantas medicinales, de su cultura y de su tiempo para que la soja y el glifosato sean los nuevos algarrobos y los nuevos duendes del monte.

Qué duro es ver con las manos y tocar con los ojos que nadie habló en nombre de los campesinos echados a topadora limpia, a bastonazos y a decisiones judiciales sin justicia para que ingresen el endosulfán, las promotoras de Basf y las palas mecánicas con aire acondicionado.

Qué duro es saber que nadie habló en nombre del suelo destruido por la soja y por el cóctel de plaguicidas.

Qué duro es comprobar que muchos productores, gobiernos y ciudadanos no saben que los suelos solo son fabricados por los bosques y ambientes nativos, y nunca por los cultivos industriales.

Qué duro es saber que para fabricar 2,5 centímetros de suelo en ambientes templados hacen falta de 700 a 1200 años, y que la soja los romperá en mucho menos tiempo.

Qué duro es recordar que el 80% de los bosques nativos ya fue destrozado, y que funcionarios y productores no ven o no quieren ver que la única forma de tener un país más sustentable es conservar al mismo tiempo superficies equivalentes de ambientes naturales y de cultivos diversificados.

Qué duro es observar cómo se extingue el campesino que convivía con el monte, y cómo lo reemplaza una gran empresa agrícola que empieza irónicamente sus actividades destruyendo ese monte.

Qué duro es ver que el monocultivo de la soja refleja el monocultivo de cerebros, la ineptitud de los funcionarios públicos y el silencio de la gente buena.

Qué duro es saber que miles de Argentinos están expuestos a las bajas dosis de plaguicidas, y que miles de personas enferman y mueren para que China y Europa puedan alimentar su ganado con soja.

Qué duro es saber que las bajas dosis de glifosato, endosulfán, 2,4 D y otros plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal de bebés, niños, adolescentes y adultos, y que no sabemos cuántos de ellos enfermaron y murieron por culpa de las bajas dosis porque el estado no hace estudios epidemiológicos.

Qué duro es saber que los bosques y ambientes nativos se desmoronan, que las cuencas hídricas donde se fabrica el agua son invadidas por cultivos, y que Argentina está exportando su genocidio sojero a la Amazonia Boliviana.

Qué duro es comprobar que las cacerolas relucientes son más fáciles de sacar que las topadoras y el monocultivo.

Qué duro es comprobar que en nombre de las exportaciones se violan todos los días, impunemente, los derechos de generaciones de Argentinos que todavía no nacieron.

Qué duro es ver las imágenes por televisión, los piquetes y las cacerolas mientras las almas sin tierra de los campesinos y los indígenas no tienen imágenes, ni piquetes, ni cacerolas que los defiendan.

Qué duro es comprobar que estas reflexiones escritas a medianoche solo circularán en la casi clandestinidad mientras Monsanto gira sus divisas a Estados Unidos, mientras las topadoras desmontan miles de hectáreas en nuestro chaco semiárido para que rápidamente tengamos 19 millones de hectáreas plantadas con soja, y mientras miles de niños argentinos duermen sin saber que su sangre tiene plaguicidas, y que su país alguna vez tuvo bosques que fabricaban suelo y conservaban agua. Muy cerca de ellos las cacerolas abolladas vuelven a la cocina.

El Dr. Raúl A. Montenegro es Biólogo. Premio Nóbel Alternativo (Estocolmo, Suecia). Presidente de FUNAM. Profesor Titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).

La actual industria agroalimentaria


Se ha preguntado de donde vienen los alimentos que alimentan al consumidor globalizado, les recomiendo vean en Internet Food INC ( http://www.youtube.com/watch?v=Bgy_rhu30EA) y El mundo según Monsanto (http://www.youtube.com/watch?v=Ln4Okz7eb0Q), verán cómo la industria alimentaria se ha convertido en una cadena de montaje donde importan tan poco los animales como los trabajadores. ¿Sabía que las vacas en EEUU ya no comen hierba? Sólo maíz, pero el que venden las seis grandes hermanas, Monsanto, Syngenta, DuPont, Dow, Bayer y Basf. Estas 6 corporaciones multinacionales controlan todas las semillas transgénicas (OMG, Organismo Modificado Genéticamente) del mundo, apropiándose legalmente de las compañías de granos para controlar el mercado agrícola y vendiendo las semillas junto con los agrotóxicos que ellas mismas producen (herbicidas e insecticidas). Maíz, trigo, cebada o soja que han aumentado su precio en un 50% sólo este verano.


En los años sesenta la Fund. Rockefeller promovió la revolución verde con fines en teoría loables, pero unos descubrimientos dieron paso a otros y… la producción campesina que llevaba diez mil años basada en semillas libres, agua, tierra, sol, trabajo humano y tracción animal, pasó a ser como cualquier cadena de fábrica. Entonces cada agricultor era capaz de alimentar a otros 5 seres humanos, hoy a 250. Pero, ¿ha servido ello para reducir los 925 millones de hambrientos? Las 6 empresas han patentado el invento, lo que convierte en ilegal cualquier uso sin pago previo, ¡todos los años!... Algunos agricultores en EEUU se han negado a plantar los OMG y se enfrentan a demandas judiciales por difamación, y es delito guardarlas un año para plantar al siguiente. Monsanto ha obtenido 180 millones de dólares por acuerdos judiciales favorables, aunque este derecho está reconocido por la ONU. Para evitar su uso, fraudulento según ellos, han inventado la semilla suicida que se convierte en estéril en la segunda generación. Quien controla las semillas controla la red alimentaria, pues el grano es la base de la cadena alimenticia. Pero los insectos o las ratas crean sus propias defensas y es necesaria una dosis mayor de veneno, por lo que la toxicidad de las semillas crecerá. Además, el OMG produce menos, justo porque algo de su material genético es ajeno al cultivo y dedica parte de su energía a no ser atacable o reproducible. Estudios independientes han demostrado que los OMG conllevan riesgos severos para la salud: intoxicaciones, alergias, resistencia a antibióticos, dificultades para absorber nutrientes, disrupción endocrina, afectan al crecimiento, infertilidad, desregulación inmune, envejecimiento acelerado, desregulación de genes para síntesis de colesterol y regulación de insulina, cambios en el hígado, riñones, bazo y sistema gastrointestinal, y otros desconocidos: la genética está aún en pañales. Los alimentos con OMG contienen residuos de agrotóxicos hasta 200 veces mayores que los naturales.

Los OMG (Organismos Modificados Genéticamente) no suponen una mejora para la agricultura.
Empiezan a morir niños sanos en menos de 15 días en EEUU por reacciones alérgicas de manera casi constante. Por no hablar de enfermedades relacionadas como las vacas locas, o las ¿gripes? aviar o porcina. No se han realizado pruebas antes de permitir su funcionamiento por ninguno de los países autorizantes, sólo la declaración favorable de las seis hermanas sobre sus productos. Y los países que no han aceptado estos criterios comerciales (Alemania) han sido demandados. Para sustituir al DDT crearon el glifosato (base del Round Up), principal veneno usado hoy en la agricultura potencialmente cancerígeno, que ya producía en 1960 alimentos para el conjunto de la humanidad, pero la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso impedían su justo reparto; hoy estos factores se han multiplicado por tres. Millones de campesinos lo han perdido todo para convertirse en parados urbanos, donde son triplemente explotados, a través del pago de su vivienda, la malventa de sus bienes y el bajo salario, cuando hay. Los OMG no suponen una mejora para la agricultura, tienen importantes defectos (enfermedades y otros) y sólo sirven para favorecer el poder de las multinacionales (Tyson Foods, Anheuser-Busch InBev, General Mills, Kellogg y Kraft) que juegan con nuestra salud para enriquecerse. Y los gobiernos en vez de meterlas en la cárcel les piden opinión y consejo; este artículo en EEUU sería motivo de pleito, seguramente ganador. Si alguien controla la alimentación, el clima y la salud de la humanidad tendría un poder temible. Con el historial de las seis hermanas (el gas Zyklon para las cámaras de exterminio, el agente naranja, el napalm o el reciente juicio de Bhopal) no cabe esperar nada bueno. ¿Y qué podría hacer con la ingeniería genética el Hitler del futuro? La energía nuclear mostró los efectos que puede tener la ciencia en manos del capitalismo: 15.000 personas mostraron su rechazo en Madrid el 17 de abril a los OMG. La legislación no defiende el derecho del consumidor a elegir una alimentación libre de transgénicos. Aunque existe la obligación de etiquetar los ingredientes modificados genéticamente en los alimentos, la ley no exige que los productos provenientes de animales alimentados con OMG estén etiquetados, cuando es la alimentación del ganado su principal destino. Por lo tanto, podemos estar consumiendo OMG por medio de carne, leche, huevos o gaseosa. Y hay otro hueco en la legislación. Si un ingrediente tiene menos de un 0,9% de OMG no tiene por qué figurar en la etiqueta. Por tanto, hay pequeñas dosis que comemos sin que podamos saberlo. Hoy tenemos de menú: alergia de primero, esterilidad de segundo y cáncer de postre.


Pero si prefiere otro restaurante, intente:

1) No comprar productos con la expresión soja o maíz modificado genéticamente en la etiqueta: lecitinas de soja, margarinas, mayonesas.

2) Evitar en lo posible los productos precocinados, pues suelen contener harinas, almidón o aceite de maíz o soja, con alta probabilidad de estar contaminados por transgénicos sin que figure en la etiqueta.

3) Consumir productos locales, de temporada y ecológicos. Si consume productos animales, opte por los procedentes de ganadería extensiva o ecológica. La explotación del campo por la ciudad es injusta: permite hasta un 500% de diferencia para el distribuidor entre el precio de los productos comprados al campesino y el de su venta en el supermercado. Comer y comprar se han convertido en actos políticos: la comida no debe ser otro negocio más, morir de cáncer puede resultar peligroso para la salud.
Somos lo que sembramos.


Observad como las corporaciones agroalimentarias nos venden sus productos, nos os dejeis engañar por sus bonitas imagenes y aparentes fines sostenibles, solo profundizando un poco por su web se puede descrubir sus verdaderas intenciones, recomiendo ver la historia de cada una en la wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada)

Web Oficial de Monsanto http://www.monsanto.com/
Web Oficial de Dow http://www.dow.com/
Web Oficial de Tyson Foods http://www.tyson.com/